miércoles, 29 de junio de 2016

Análisis científico de la Dra. María Eugenia Barnett de Antinori sobre la influenza en la República de Panamá

La investigadora médica, Dra. María Eugenia Barnett de Antinori, es Doctora en medicina (Universidad de Panamá 1986), especialista en pediatría (Hospital del Niño de Panamá) y Máster en Salud Pública con énfasis en epidemiología por la reconocida Tulane University, School of Public Health and Tropical Medicine de Nueva Orleans, Estados Unidos. Como médico investigadora, la Dra de Antinori, fue una de los siete (7) científicos que, convocados por el Centro para el Control de las Enfermedades (CDC) de Atlanta, Estados Unidos, descubrieron en 1990 las causas de la grave epidemia de sarampión que afectaba severamente a la isla de Puerto Rico (ver resumen de la investigación en http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8424005)  Asimismo, ha sido investigadora invitada del Institut Suisse de Recherche, (Instituto Suizo de Investigaciones) en Laussane, Cantón de Vaud, Suiza, sobre aspectos relativos a Inmunología, Vaccinología y Biotecnología.  Es autora de artículos, publicaciones y libros, entre éstos, sus obras Medicina Pediátrica Preventiva N°1 (Guía materna para el cuidado del recién nacido) y Medicina Pediátrica Preventiva N° 2 (Guía materna para el cuidado del lactante, de un mes a dos años) y ha participado en diferentes campañas educativas de prevención en la salud.  De 1997 al 2001 fue asesora ad honorem en materia de salud preventiva para el programa “salud y los Derechos Humanos” que se desarrolló activamente en toda la República de Panamá durante la gestión de su esposo, el Primer Defensor del Pueblo de la República de Panamá, Dr. Italo Antinori Bolaños. Ha colaborado estrechamente con organismos internacionales y ha sido la encargada de administrar importantes proyectos de investigaciones científicas como el Proyecto de fortalecimiento de la vigilancia de enfermedades infecciosas (PROPHECY), patrocinado por el Naval Health Research Center, entidad del gobierno de Estados Unidos de América y otros proyectos con el Departament of Health and Human Services y the Office of the Assistant Secretary for Preparedness and Response (ASPR) también del gobierno de Estados Unidos. Actualmente se desempeña como investigadora médica, pediatra y epidemióloga y en la presente investigación  hace un análisis científico sobre la circulación de la influenza en la República de Panamá, desde el año 2011 hasta el presente año 2016, en el que explica con nueve gráficas la situación y expone con sinceridad sus conclusiones y atendibles recomendaciones.
CIRCULACIÓN DE LA INFLUENZA EN PANAMÁ
DESDE EL AÑO 2011 AL 2016

Investigación realizada por la Dra. María Eugenia Barnett de Antinori. MD, MPH
Médico Pediatra y Epidemióloga.  Investigadora médica.
Universidad de Panamá.
Tulane University, School of Public Health and Tropical Medicine.
Correo electrónico: mebantinori@cwpanama.net

Panamá, 23 de junio de 2016

INTRODUCCIÓN
En la República de Panamá existen dieciocho (18) sitios centinela distribuidos por la casi totalidad de la geografía nacional, cuya obligación es tomar semanalmente y durante todo el año, un número determinado de muestras respiratorias (generalmente cinco) de aquellos pacientes que cumplen determinados criterios de sospecha de Influenza, tales como fiebre mayor de 38°C, tos, dificultad respiratoria de inicio en los últimos diez días.

Lista de sitios centinela actuales para la vigilancia activa de Influenza en Panamá (color negro)
           1.     H.J.D.de Obaldía – Chiriquí Ped.                                   10. H. N. Solano – Panamá Oeste  La Chorrera
           2.     P. Gustavo A Ross- Chiriquí                                          11.H.S.M Arcángel – Panamá -  San Miguelito
           3.     H. Rafael Hernández- Chiriquí                                      12. H. del Niño – Panamá
           4.     C.S.Canto del Llano – Veraguas                                    13. P. M.F. Valdés- Panamá
           5.     H. Chicho Fábrega - Veraguas                                      14. C.S. Nvo Veranillo Panamá- San Miguelito
           6.     H. Joaquín Franco – Los Santos                                    15.C.S. Tocumen – Panamá (Este)
           7.     H. Rafael Estévez - Coclé                                              16. Policentro de Parque.Lefevre - Panamá
           8.     H. Manuel A. Guerrero - Colón                                     17. H. Especialidades Pediátricas - Panamá
           9.     P. Núñez – Colón                                                           18.H. Regional de Chepo – Panamá (Este)
La mayoría de las muestras de dichos sitios centinela son enviadas semanalmente al Departamento de Virología del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, para ser analizadas utilizando metodología capaz de detectar el material genético (ADN o ARN), para poder identificar el virus responsable. El Hospital José Domingo de Obaldía ubicado en la ciudad de David, Chiriquí (región occidental de Panamá, frontera con la República de Costa Rica, ubicada a  450 kilómetros de la ciudad capital) cuenta con un laboratorio de Biología Molecular y desde el año 2013 está en capacidad de efectuar las mismas pruebas de virus respiratorios que se detectan en el Instituto Gorgas de la ciudad de Panamá. [1]

Hasta el momento, se pueden detectar de manera rutinaria, alrededor de 10 virus respiratorios diferentes, entre los que está la Influenza.  Dentro de los virus de Influenza están el de la Influenza A, B y C.   Los tipos más comunes son el A y el B y por ello están incluidos en las vacunas de la Influenza estacional. Generalmente, es la Influenza A la causante de cuadros más aparatosos y peligrosos que pueden ocasionar complicaciones o incluso poner en peligro la vida de las personas.   Los subtipos A H1N1 y A H3N2 del virus de la Influenza A son los que han estado circulando en Panamá en los últimos años.
En cuanto a la estacionalidad, normalmente en países de clima tropical, se espera y se prevé que los casos de Influenza sean escasos en la época seca (enero a abril) y que tiendan a aumentar en la época lluviosa (mayo a diciembre).  Ése ha sido el comportamiento en nuestro país en los años 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015. Sin embargo, según veremos en las nueve (9) gráficas que explicaremos, desde la primera semana epidemiológica del año 2016 (estación seca), se detectaron un número inusitado de casos, comparables a los que en años anteriores se daban durante la estación lluviosa.
Un canal endémico se construye con los datos de los últimos cinco años y sirve para detectar de manera precoz, cuando estamos en una zona segura, cuando se pasa a una zona de alerta o cuando se llega a rangos de epidemia, es decir, cuando el número de casos que se presentan de una enfermedad superan las cifras esperadas en comparación a los años previos. 

Esta información es manejada por los epidemiólogos de los diversos países y es de suma utilidad para poder definir, en un momento dado, qué medidas tomar oportunamente para evitar llegar a una epidemia.


Corredor endémico y sus diversas zonas

Tal como hemos dicho antes, explicaremos el comportamiento de la Influenza en Panamá, apoyándonos en un estudio comparativo desarrollado en nueve (9) gráficas que contienen información pública difundida por la Organización Mundial de la Salud, (OMS), donde analizamos la situación de la influenza en la República de Panamá, desde el año 2011 hasta el año 2016, es decir hasta el 23 de junio de 2016, fecha en que realizamos el presente análisis.
Sin pretender arrogarnos la verdad absoluta, al final expresamos nuestras conclusiones y recomendaciones, así como la obligada bibliografía, con el único propósito e interés de ayudar a la aplicación de una política de Estado, que tienda a fortalecer la prevención.


Análisis Epidemiológico de la Información de la Vigilancia de la Influenza reportada por Panamá por semana epidemiológica desde el año 2011 al 2016.
De las gráficas que presentaremos a continuación y cuyos datos son libremente accesibles a través de FluNet (www.who.int/flunet) enlace de la página oficial de la Organización Mundial de la Salud que recoge y publica los datos semanales de los casos de Influenza encontrados en la vigilancia realizada por la mayoría de los países del  mundo -, pueden llegarse a conclusiones importantes que demuestran que en el año 2016 Panamá enfrenta una epidemia de Influenza A H1N1.


GRÁFICA 1. CIRCULACIÓN DE LA INFLUENZA EN PANAMÁ POR SEMANA EPIDEMIOLÓGICA DURANTE EL AÑO 2011.
Panamá
Fuente de los Datos: FluNet (www.who.int/flunet), GISRS

En esta gráfica del año 2011 puede observarse el comportamiento en las primeras 20 semanas (estación seca de enero a abril): escaso número de muestras positivas (tan solo 2) por Influenza A H3N2 en la semana 4 y una (1) muestra reportada positiva para Influenza A H1N1 en la semana 15.  En este año el subtipo circulante en la estación lluviosa (mayo-diciembre) fue H1N1 y no excedieron de 10 las muestras positivas por semana epidemiológica, durante ese año 2011.

GRÁFICA N° 2.  CIRCULACIÓN DE LA INFLUENZA EN PANAMÁ POR SEMANA EPIDEMIOLÓGICA EN EL AÑO 2012.
Panamá
Fuente de los Datos: FluNet (www.who.int/flunet), GISRS

En la gráfica 2 del año 2012, al igual que en el año anterior, vemos que para la estación seca hubo un escaso número de muestras positivas por Influenza:  1 caso en la semana 10 por Influenza A H3N2 y otro en la semana 16.
Después de la semana 20 (estación lluviosa de mayo a diciembre) vemos que las muestras positivas por Influenza aumentaron hasta un máximo de 15 muestras positivas en la semana 22, circulando las variantes de Influenza A H1N1 principalmente, con algunos casos aislados de H3N2, pero predominando la Influenza B, durante el año 2012.


GRÁFICA N° 3.  CIRCULACIÓN DE LA INFLUENZA EN PANAMÁ DURANTE EL AÑO 2013
Panamá
Fuente de los Datos: FluNet (www.who.int/flunet), GISRS

En esta gráfica del año 2013, al igual que lo que hemos percibido en los años previos, vemos muy escaso número de muestras positivas por Influenza A en la estación seca (máximo de 2). 
A comienzos de la época lluviosa en la República de Panamá (mayo-diciembre) más claramente después de la semana 22 aumentó el número de muestras positivas, llegando a alcanzar un máximo de 25 muestras positivas por Influenza A H3N2 que fue la variedad predominante durante ese año 2013.


GRÁFICA N° 4.  CIRCULACIÓN DE LA INFLUENZA DURANTE EL AÑO 2014 EN PANAMÁ.
Panamá
Fuente de los Datos: FluNet (www.who.int/flunet), GISRS
En la gráfica del año 2014, al igual que en las de años anteriores, apreciamos comportamiento similar, es decir, una escasa circulación durante la estación seca, con algunos casos de Influenza A H1N1 y H3N2.
Durante la época lluviosa después de la semana 20 comenzamos a ver dos patrones: Uno donde predomina la Influenza B del linaje Yamagata (color crema) con casos mezclados de Influenza A H1N1  y después de la semana 36, vemos una segunda curva donde predomina la Influenza A H3N2 hasta fines de dicho año.  Nótese que el número de muestras positivas por Influenza A no exceden de 11 en la estación lluviosa (semana epidemiológica 48)

GRÁFICA N° 5.   CIRCULACIÓN DE LA INFLUENZA EN PANAMÁ POR SEMANA EPIDEMIOLÓGICA DURANTE EL AÑO 2015
Panamá
Fuente de los Datos: FluNet (www.who.int/flunet), GISRS
En esta Gráfica del año 2015 se repite el patrón de años anteriores, evidenciando un bajo número de muestras positivas por Influenza A durante las primeras tres semanas epidemiológicas (estación seca) para no detectarse casos sino hasta la estación lluviosa con un aumento moderado de muestras positivas (máximo de 12 muestras/semana) más evidenciado a partir de la semana 32.  La variante de Influenza que circuló predominantemente en el año 2015 fue la Influenza A H3N2 hasta la semana 53 cuando notamos tres casos de la Influenza A H1N1.


GRÁFICA N° 6  CIRCULACIÓN DE LA INFLUENZA EN PANAMÁ DURANTE LAS PRIMERAS 20 SEMANAS DEL AÑO 2016
Panamá

Fuente de los Datos: FluNet (www.who.int/flunet), GISRS
En la gráfica del año 2016, a diferencia de los cinco años anteriores observamos que desde el inicio de la estación seca hubo un aumento en las muestras positivas por Influenza A H1N1 equiparables al número de muestras positivas encontradas en años anteriores durante la estación lluviosa.
Nótese que en la primera semana del 2016 se detectan 8 muestras positivas por Influenza A H1N1 y unas 15 en la segunda y tercera semana epidemiológica, persistiendo las muestras positivas de Influenza A H1N1 durante prácticamente toda la estación seca hasta que al inicio de la estación lluviosa (semana 19) se inicia un nuevo repunte en progresión geométrica que se observará de forma más evidente en la siguiente gráfica.


GRÁFICA N° 7. CIRCULACIÓN DE INFLUENZA EN PANAMÁ DESDE LA PRIMERA SEMANA EPIDEMIOLÓGICA HASTA LA SEMANA 23 DEL AÑO 2016.
Fuente de los Datos: FluNet (www.who.int/flunet), GISRS
En esta gráfica se observa más claramente el aumento exponencial de casos de Influenza A H1N1 hacia el inicio de la estación lluviosa, particularmente a partir de la semana 19 cuando encontramos 15 muestras positivas por Influenza A para duplicarse en la semana 20 (30 muestras positivas), continuar su duplicación en la semana 21 (60 muestras positivas) llegando en la semana 22 a detectarse120 muestras positivas por Influenza A H1N1.
En las siguientes dos (2) gráficas, encontraremos un resumen de la información de vigilancia de la Influenza que está almacenada en el FluNet de los seis (6) años mencionados (2011 a 2016) donde claramente se visualiza el inusitado número de casos desde inicios del año 2016, y que permiten la fácil comparación visual con lo ocurrido en los cinco (5) años anteriores evidenciándose claramente que hemos estado en una Epidemia de Influenza A H1N1. Igualmente, encontraremos en la última gráfica, el patrón de circulación mundial de la Influenza, que nos muestra que la Influenza A H1N1 ha predominado durante el año 2016.

Consultar Fuente de los Datos: www.who.int/flunet

GRÁFICA N° 9. CIRCULACIÓN MUNDIAL DE LA INFLUENZA DE 2015 A 2016


Consultar Fuente de los Datos: www.who.int/flunet




CONCLUSIONES
Este comportamiento inusual de la Influenza, evidenciado desde las primeras semanas de la estación seca del año 2016 (enero-abril), sin duda constituían un signo premonitorio o de alerta de lo que debíamos esperar durante la estación lluviosa (mayo diciembre), y se ha demostrado claramente que nos encontrábamos ante una epidemia de Influenza A H1N1 desde las primeras semanas del año 2016.  Debemos recordar que en los primeros días de 2016 hubo una primera defunción en la ciudad de David, Chiriquí entre el  grupo de inmigrantes cubanos que esperaban su traslado hacia los Estados Unidos.  En el laboratorio de Biología Molecular del Hospital José Domingo de Obaldía, de Chiriquí se comprobó que dicha defunción ocurrió debido a la Influenza A H1N1.
A partir de esa defunción, se debió monitorear cuidadosamente la curva de circulación de Influenza en nuestro país porque tempranamente pudiese haberse hecho alguna intervención para intentar revertir la situación, como quizás el iniciar una urgente campaña de divulgación y establecer reuniones técnicas para definir si se iniciaba la vacunación con la vacuna del Hemisferio Norte sin esperar al mes de abril cuando está disponible en el comercio la vacuna de Influenza del Hemisferio Sur.  Una vez hubiera disponibilidad en el mercado de la vacuna del Hemisferio Sur, continuar la vacunación con ésta.  Es posible que diversas intervenciones como las señaladas, hubiesen cambiado el escenario posterior que se dio a inicios de la estación lluviosa particularmente a partir de la semana 19 cuando ocurrió el aumento exponencial de las muestras positivas por Influenza A H1N1.
Debemos, sin embargo, reconocer que pudieron haber factores distractores concomitantes, como el hecho de que desde el mes de noviembre de 2015 se detectaron los primeros casos de personas afectadas por el virus del ZIKA en la comarca Guna Yala (extremo nororiental del país, limítrofe con Colombia) y existía también la preocupante situación de su detección entre embarazadas, extendiéndose la enfermedad a la ciudad capital a principios de febrero de 2016 e incrementando el número de casos rápidamente hasta el mes de abril.   Simultáneamente a esto, existía el problema de los migrantes cubanos y africanos y el hecho de que debieron desplegarse, innumerables actividades del personal de salud para lograr el traslado del grupo de cubanos hacia Estados Unidos.   Es posible que la coincidencia de todas estas situaciones hiciera perder de vista la necesidad de una imperiosa intervención temprana, en cuanto a la Influenza.

RECOMENDACIONES
Comprendemos que el factor limitante para vacunar anualmente contra la Influenza a toda la población de nuestro país no es la falta de fondos, sino una limitada disponibilidad de la vacuna en el mercado internacional debido a que las compañías fabricantes ubicadas en diversos países, primero tienen que satisfacer las demandas de la población local antes de comercializar el remanente hacia el resto de los países que no la fabrican.
Si bien es cierto en Panamá se realiza la vigilancia de las Enfermedades Tipo Influenza (ETI) y de las Infecciones Respiratorias Agudas Severas (IRAG), es importante también el monitoreo de las curvas de muestras positivas confirmadas por Influenza que aparecen en la página web de la OMS (FluNet) porque otras causas de ETI o IRAG pudieran ocasionar interferencia al momento de evaluar la información.
Como lecciones aprendidas, podríamos sugerir que al detectar un patrón inusual en plena estación seca - y en este caso una defunción en una época en que no es esperada es un patrón inusual -, se deben establecer estrategias inmediatas para evitar la aparición de más casos, tales como iniciar campañas de divulgación, hacer algunos ajustes a las políticas preestablecidas para situaciones normales y considerar solicitar a organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el gestionar la adquisición urgente del doble, triple del número de vacunas que anualmente se solicitan para cubrir a la población de mayor riesgo: menores de cinco años, mayores de 60 años, embarazadas, personas con enfermedades crónicas para el mes de abril cuando inician las campañas de vacunación en el país.
Resulta que la época en que se comenzaron a presentar los casos de Influenza A H1N1 en Panamá (última semana de diciembre de 2015 en adelante), era coincidente con el invierno del hemisferio norte y la posición de Panamá como país de tránsito, donde confluyen viajeros que se mueven del Norte hacia el Sur, de oriente hacia occidente y viceversa nos coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.
En vista de esto, aunque por años hemos vacunado con la vacuna del Hemisferio Sur que es comercializada en abril, sería recomendable que las autoridades técnicas regulatorias nacionales bajo circunstancias como las ocurridas en Panamá en una época en que no se esperaba tal número de casos, definieran si en ese momento estaría indicado usar la vacuna del hemisferio norte en consideración al tipo de virus circulante en ese momento o en el caso de que éste fuere diferente, se prepara a la población, se la orienta y educa y se organizan muy bien las estrategias de vacunación en espera del suministro adecuado de vacunas del mes de abril para proceder a la vacunación masiva, pero asegurando que el país duplique o triplique el número de dosis de vacunas de Influenza solicitadas y compradas en relación a años previos.
En el caso que nos atañe, como quiera que la composición tanto de la vacuna del Hemisferio Norte 2015-2016 como la del Hemisferio Sur 2016 incluían la cepa A/California/7/2009 (H1N1) pdm09 en su composición, hubiera podido como medida de urgencia vacunar con la vacuna del Hemisferio Norte y al llegar los suplidos de la vacuna del hemisferio Sur en el mes de abril, si el comportamiento seguía igual, continuar la vacunación al resto de la población.    
Las campañas educativas sobre medidas higiénicas y preventivas deben ser coordinadas anualmente entre el Ministerio de Salud y el de Educación, con la participación decisiva  de los medios de comunicación y de los profesores a nivel de las escuelas.  Este proceso debe realizarse de manera continua año tras año y no cuando se está frente a una epidemia inminente y cuando lo que hay en el ambiente es el pánico de la población.  Con ello se fortalecerán los buenos hábitos higiénicos y las prácticas preventivas, de manera tal que éstos lleguen a formar parte de la cultura de los ciudadanos.
Es importante también el promover la divulgación masiva del inicio de las campañas anuales de vacunación y orientar a la población sobre la importancia de las diversas vacunas, para que los ciudadanos estén debidamente informados.
Por difícil que resulte para las autoridades de salud, el comunicar tempranamente que se está ante una situación de alerta o de una inminente epidemia, una adecuada y veraz comunicación y planificación de las estrategias permitirá minimizar el número de muertes y quizás impedir llegar a niveles de epidemia, si las medidas se toman de manera oportuna.  La comunicación adecuada llevará a una población concienciada a colaborar con las autoridades de salud, evitándose el caos y el pánico que se presentan cuando las medidas preventivas se establecen de manera tardía.
Quizá sería conveniente practicar diversas estrategias como el incrementar el número de centros donde se ofrece el servicio de vacunación, para evitar la acumulación de personas en un número limitado de instituciones y que podrían aumentar las posibilidades de transmisión de ésta u otras enfermedades entre los asistentes.  Habría que pensar en otras estrategias como vacunar de manera programada en las escuelas, en las universidades y en las diversas instituciones del Estado y del sector privado, que podría apoyar para hacer de las jornadas de vacunación una actividad más exitosa. 
Debemos hacer una revisión de nuestros planes de contingencia ante la Influenza.  Con base a las experiencias ganadas en esta crisis, debemos probarlos constantemente, mejorarlos, adecuarlos y estar preparados para futuras alertas, que sin duda alguna se darán. No olvidemos, la importancia de que el Estado cuente con el número adecuado de tratamientos de antivirales contra la Influenza (oseltamivir /zanamivir) para cubrir de manera preventiva a la población afectada por Influenza, para evitar el mayor número de complicaciones y muertes posibles; es importante tener un inventario actualizado de camas disponibles en hospitales, de ventiladores, de tratamientos antivirales y del recurso de salud con que dispone el país.  Esto permitirá hacer frente de una manera organizada a cualquier otra amenaza que se presente en el futuro.
Creemos que la experiencia vivida durante este año, brinda una oportunidad única de hacer ajustes y de encontrar otras estrategias para aumentar nuestras coberturas de vacunación, ya que sin duda ésta no será la última alerta que tengamos en relación a Influenza u otras enfermedades. 
23 de junio de 2016.




[1]  Es importante señalar que el laboratorio de Biología Molecular del Hospital José Domingo de Obaldía fue logrado gracias al apoyo de diversos Acuerdos Cooperativos suscritos entre el Instituto Gorgas y el gobierno de los Estados Unidos de América (Proyecto Prophecy del Naval Health Research Center) cuyos fondos fueron gestionados por la suscrita, puesto que resultaba necesario e importante, que dicha región contara con un moderno laboratorio de Biología Molecular, en vista de su distancia de la ciudad capital.  El proyecto financiado con fondos del gobierno de Estados Unidos fue acogido y apoyado entusiastamente por personal del Instituto Gorgas, personal de laboratorio y directivo de Chiriquí, así como por los clubes cívicos de la región.   Gracias a la existencia de dicho laboratorio, se pudo detectar y diagnosticar en los primeros días de enero de 2016, en David, Chiriquí, la primera defunción por influenza A H1N1 en uno de los casi mil (1.000) emigrantes cubanos en tránsito hacia Estados Unidos ubicados en la frontera con Costa Rica. Dicho cubano, de 53 años, falleció en el Hospital Rafael Hernández de esa región. Si bien dicha defunción es la única oficialmente reconocida, desconocemos si hubo otras.

BIBLIOGRAFÍA

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